El lenguaje de las mareas

El lenguaje de las mareas, Salvador Gutiérrez Solís
Mi valoración: 4/5

Fecha de publicación: junio 2020

Leído: abril 2021

Páginas: 373

Sinopsis

La noche del 30 de agosto de 2018, dos chicas de 17 y 18 años, Sandra Peinado y Ana Casaño, desaparecen sin dejar rastro en Punta del Moral, Ayamonte, junto a la frontera con Portugal. Sandra es hija de un personaje de máxima actualidad, implicado en un caso de corrupción política. Y Ana es una joven de fuerte temperamento que mantiene una relación muy complicada con sus padres. Ambas son adoptadas y pasaron sus primeros meses de vida en orfanatos de su Rusia natal.

Carmen Puerto, inspectora apartada del Cuerpo Nacional de Policía en los últimos tiempos, desde su confinamiento entre capuchinos, tabaco y poemas de Dylan Thomas recibe la llamada de sus compañeros Jaime Cuesta y Julia Núñez, que una vez más vuelven a convertirse en sus manos y ojos en el exterior, para enfrentarse a su caso más complicado. Así comienza este trepidante thriller en el que sucesos reales que han contado con una gran repercusión mediática se transforman en elementos de ficción al servicio de una historia de ritmo implacable, en un escenario tan bello como turbador.

El regreso a la novela de Salvador Gutiérrez Solís, de la mano de Carmen Puerto, la inspectora de policía más singular y carismática que ha deparado la novela negra española en los últimos años.

Mis sensaciones

El libro son casi cuatrocientas páginas distribuidas en algunos capítulos largos y otros más cortos. Alternan el desarrollo de la investigación, con la vida de los personajes que aparecen durante toda la trama incluso algún artículo aparecido en el periódico.

Una historia que aunque es bastante larga, te mantiene enganchada desde el primer momento. Es tan importante conocer los avances sobre el caso para resolverlo así como la vida de los habitantes, a veces bastante complicada. El escenario Ayamonte y alrededores, con muchas descripciones de la zona, costumbres y gastronomía.

Es increíble el abanico de personajes que aparecen en esta historia, he tenido que ir tomando notas mientras leía, aunque se podrían dividir tres grupos quizás. Por un lado tenemos a las dos niñas desaparecidas, menores de edad, Sandra Peinado y Ana Casaño, con sus respectivas familias. Por otro lado tenemos a los inspectores encargados del caso Jaime Cuesta y Julia Núñez que junto con Carmen Puerto y Miguel Castro tratarán de llevar a buen puerto el caso. El tercer grupo lo componen los habitantes de Ayamonte, epicentro del caso. Cualquiera de los vecinos parece haber aportado su granito en la desaparición de las niñas.

Cada personaje tiene una importancia crucial, el autor ha desarrollado una historia tan completa sobre cada uno, que en ocasiones da la sensación de que puedes encontrar información sobre ellos en internet. Conocer su vida y sus problemas te pueden dar las pistas para descubrir que pintan en todo esto.

Destacar la participación tan importante de Carmen desde casa, hace años que no sale ni tiene contacto con el exterior. Por algo que le pasó quedó traumatizada y apartada tanto del cuerpo de policía como del mundo. Sus métodos para conseguir información son la deep web, un hacker y a las redes sociales. Ahí vemos la importancia de que las personas publiquen sus cosas personales en las redes sociales, al final todo se sabe...

Los temas que aparecen en el libro son muy a tener en cuenta, drogas, abusos, adopción, burbuja inmobiliaria, desigualdad, trato de favores, falsificación...un buen repaso a ilegalidades e injusticias. Amistades que se rompen....

La trama es una gran puzzle donde cada pieza que descubren te lleva a otra y a otra hasta formar el gran entramado. Un desenlace que puede parecer sencillo para toda la magnitud de la historia, pero a veces lo más sencillo es lo lógico. 

Conclusión: Me ha enganchado desde el principio, una historia muy elaborada y original que he disfrutado mucho. Me han entrado muchas ganas de comer "pescaito frito" !!